sábado, 5 de enero de 2008

Mujer contra Mujer (II parte)

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. En esta ocasión se vuelve a repetir el tópico. Sinceramente, no me gusta tener que escribir de nuevo sobre el odio que algunas mujeres vierten sobre otras y que extienden con sus comentarios. La insolidaridad femenina, lejos de acabarse, parece esparcirse, esta vez por la red.

El otro día me encuentro con uno de tantos blogs escritos por mujeres. Nada tiene de particular si no fuese porque es esta autora la que hace una gran apología de la ignorancia hacia la mujer española. Como comprenderéis no lo “linkaré” para que no tenga más visitas de las que ya tiene. Pero podéis buscarla si creéis oportuno. Ahí van algunas pistas: Es el sexto blog más leído de Argentina, tiene unos 500 suscriptores y más de 2.000 visitas al día. Tanto es así que la autora de esta bitácora tan bestia hace más que dinero “blogueando” (también hace entrevistas). Según sus propias palabras, su pasión es “clasificar las cosas”. Pueden ser “desde una mujer hasta formas de comer un caramelo”. Esta idea ya de por sí me parece “atrasada” o como diría mi compañera Patricia “trasnochada”. Precisamente ahora, que estamos en la era del “no-encasillamiento”, vienen a catalogarnos. Lo último que ha pasado por su “clasificador personal”: las españolas (y las enfrenta a las argentinas). Triste argumento. Las argentinas aparecen como diosas de la belleza y el amor, mientras que las españolas somos poco menos que la bruja mala de Blancanieves, obsesionadas con lo que ella llama el feminismo extrème. Además se permite denominarnos como “la policía del feminismo”. Me pregunto ¿Por qué? ¿Por tener un blog de este tipo? ¿Por revisar y comentar las conductas machistas?

Lo más lamentable es que cae una y otra vez en la descalificación, creando un estereotipo horrible no sólo de mujer, sino de nacionalidad.

Me parece una sincera ofensa a todas esas personas que han luchado y luchan por el reconocimiento de los derechos de las mujeres tanto en España como en Latinoamérica (y en todo el mundo). Deberíamos estar “hermanadas” y no enfrentadas. Somos algo más que un estereotipo, tenemos voz, pensamientos, opiniones, palabras, sentimientos, etc, etc, etc…….. por eso no podemos clasificarnos ni permitir ser clasificadas.