viernes, 29 de junio de 2007

Más estadísticas


Quiero dedicar este post a nuestro querido lector y “sin embargo amigo” Vito. Vito sabes que es broma.

El caso es que Vito nos planteaba en el último post de Betsa una pregunta clave: ¿No creen que ya se ha publicado demasiadas estadísticas sobre lo discriminadas que están las mujeres? Mi respuesta es NO. No creo que sea demasiado todo lo que se ha publicado y se publica en torno a este tema, muy al contrario, si no fuese por todas las voces que se han levantado y se levantan en contra de la discriminación y se apoyan en estadísticas, no hubiese empezado a trabajarse en la ley de igualdad. Gracias a ella, y desde su promulgación, la mayor parte de la responsabilidad en la lucha por la igualdad ha recaído en las propias empresas. Algo necesariamente positivo.

Las acciones de esta ley han ido desde la elaboración y aplicación de planes de igualdad en las empresas, la “tan mal llevada y traída” discriminación positiva (sobre la que prometo escribir en próximos post), las sanciones a la discriminación por razones de sexo y la previsión de mecanismos incentivadores a aquellas empresas que se distingan por la igualdad de facto, la flexibilidad, la lactancia y cuidado de personas dependientes, entre otras.

Por si no había demasiadas estadísticas, aquí van unas pocas más que justifican la ley de igualdad: La tasa de actividad masculina está en un 69% mientras que la femenina se sitúa en un 48,5%; la tasa de paro masculina es de un 6,06% y la femenina del 11,36%; la temporalidad en las mujeres es del 37,2% frente a la de los hombres que es de un 32,2%. No sólo esto, el número de contratos a tiempo parcial en las mujeres es del 21,9% y en los hombres no llega al 4%. Creo, como siempre, que las estadísticas hablan por sí solas.

miércoles, 20 de junio de 2007

Contrapeso

Imagen: El corazón se hizo beso. Paquita Vizcaino.

Me preocupa que la anotación anterior de este blog deje a tod@s l@s que participan en esta conversación con un sabor a pesimismo. No es la idea. En una línea opuesta, cuando leí el articulo de opinión de José Medina, Presidente de Ray & Berndtson, publicado hoy en Cinco Días encontré las frases que sirven de contrapeso perfecto.
Medina comenta en su articulo que nunca olvidará las palabras que un gran entrenador de atletismo les decía a los fondistas, allá por su dorada juventud: 'Si te flaquean las piernas, la cabeza te hará seguir. Y si te flaquea la cabeza, te queda el corazón, que vale por todo'.
Asimismo cita a Warren Bennis, un maestro del liderazgo, quien solía decir que la entrega y convicción valen y cuentan más que la mitad del cociente intelectual.
Donde hayan corazones convencidos, que se quiten treces, aunque seamos minoría.

Cuando 13 es más que 57

Hoy he leído la reseña sobre la publicación de un estudio sobre la presencia femenina en el sector de la publicidad, el cual hace referencia a las dificultades a las que se enfrentan las mujeres a la hora de alcanzar el nivel directivo. Dos de las cifras que aparecen en el estudio me parecen, por lo menos, cuestionantes: La primera: a igualdad de condiciones y formación, 'la probabilidad de que un hombre sea directivo es 13 veces superior que para una mujer', según ha asegurado Marta Martín Llaguno, directora del grupo Investigador, Comunicación y Sociedad del Conocimiento (Cosoco) de la Universidad de Alicante, responsable del estudio. Y esto ocurre aunque –y aquí va la segunda cifra- el 57% del empleo del sector es femenino.
Aunque seamos más, lo tenemos más difícil. ¿Alguna analogía con el resto de los sectores? Si es así en este sector, ¿a cuánto se elevaría la dificultad en aquellos donde la mayoría de los profesionales son hombres?
La nota, que pueden leer completa aquí apunta además que el estudio encargado por la AEAP es 'el primero que pide una asociación empresarial sobre el sexismo y el conflicto entre trabajo y familia'.
El resto de las organizaciones profesionales o empresariales podría seguir el ejemplo. No sólo de estudios vive la sociedad, pero al menos puede ser –y aquí me valgo de una frase de José Martí, poeta cubano- un látigo con cascabeles en la punta que despierte algunas conciencias y voluntades.

domingo, 10 de junio de 2007

Conciliación

“Érase una vez un joven muchacho que vivía en una ciudad azteca. Hijo de un guerrero azteca, tenía que decidir sobre su futuro y el camino que debía elegir para ser feliz en su vida. Para ello su maestro le brindó su ayuda y le presentó a tres antiguos alumnos que habían escogido caminos muy distintos. Así le presentó a un guerrero, que eligió una vida dedicada a su trabajo, alejándose de su familia. A un comercial, que optó por dedicar su vida a su pareja, sin prestarle tanta atención a su trabajo. El tercer personaje al que le presentó fue a un ermitaño, que escogió como forma de vida la dedicación a él mismo, sin preocuparse demasiado por su trabajo, que se había convertido en un simple medio para sobrevivir. Por último, la historia del propio maestro, que había hecho de su trabajo su forma de vida. No sólo enseñaba en la escuela, sino que dedicaba su vida por entero a los demás, olvidándose de la suya propia”.

Básicamente este es el argumento de un libro titulado “La pirámide hueca” que trata de descubrir el secreto del equilibrio entre la vida profesional y personal, e incluso si indagamos un poquito más, el secreto de la felicidad.

En un tema que está tan en auge, como es la conciliación, la respuesta no sólo se encuentra en las instituciones o a través de las leyes. Aunque sí es cierto que ayudan y son fundamentales para el buen desarrollo de determinada prácticas que se llevan en las empresas. Finalmente, quien tiene la última palabra somos todas y todos, que intentamos buscar cada día ese equilibrio, a veces caminando sobre la cuerda floja sin red debajo, y otras veces caminando a través de una amplia barra de sujeción con colchón amortiguador debajo.

viernes, 1 de junio de 2007

España: ¿Mejor lugar para trabajar?

Por lo publicado recientemente en torno a los Great Place to Work (de lo que tengo que leer bastante por motivos de trabajo) me doy cuenta de que muchas de las empresas que se encuentran entre los primeros lugares son multinacionales que no consiguen altas puntuaciones en nuestro país. Y esto puede ser reflejo de que algo no va bien en España.

Juan Carlos Cubeiro, uno de los ponentes participantes en los talleres de LiderA (“Gestión de Equipos” en Joven Profesional Universitaria) se hacía eco esta semana de un reportaje que publicaba el mes pasado Financial Times sobre los mejores sitios para trabajar. Sólo cuatro empresas españolas estaban entre las 100 mejores europeas.

Esto puede deberse a dos cosas: que las compañías aún no se han dado cuenta de lo importante que es tener buena representación en un ranking de este tipo, y por lo tanto no se presentan. O si, desgraciadamente para nosotros, estamos aún en el camino de conseguir mejoras considerables en los ítems que mide el Great Place to Work: respeto, trato justo, orgullo, camaradería y credibilidad.

Por consiguiente, y por lo que respecta a la mujer, es especialmente importante el ítem del trato justo, que se refiere a la equidad en el reconocimiento y las recompensas, la imparcialidad (para evitar el favoritismo) y la igualdad de oportunidades.