Hoy he leído la reseña sobre la publicación de un estudio sobre la presencia femenina en el sector de la publicidad, el cual hace referencia a las dificultades a las que se enfrentan las mujeres a la hora de alcanzar el nivel directivo. Dos de las cifras que aparecen en el estudio me parecen, por lo menos, cuestionantes: La primera: a igualdad de condiciones y formación, 'la probabilidad de que un hombre sea directivo es 13 veces superior que para una mujer', según ha asegurado Marta Martín Llaguno, directora del grupo Investigador, Comunicación y Sociedad del Conocimiento (Cosoco) de la Universidad de Alicante, responsable del estudio. Y esto ocurre aunque –y aquí va la segunda cifra- el 57% del empleo del sector es femenino.
Aunque seamos más, lo tenemos más difícil. ¿Alguna analogía con el resto de los sectores? Si es así en este sector, ¿a cuánto se elevaría la dificultad en aquellos donde la mayoría de los profesionales son hombres?
La nota, que pueden leer completa aquí apunta además que el estudio encargado por la AEAP es 'el primero que pide una asociación empresarial sobre el sexismo y el conflicto entre trabajo y familia'.
El resto de las organizaciones profesionales o empresariales podría seguir el ejemplo. No sólo de estudios vive la sociedad, pero al menos puede ser –y aquí me valgo de una frase de José Martí, poeta cubano- un látigo con cascabeles en la punta que despierte algunas conciencias y voluntades.
miércoles, 20 de junio de 2007
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