Leía recientemente que las ejecutivas españolas están tan formadas como los hombres, sin embargo ganan un 12 por ciento menos. Pero no sólo es esto, además sólo ocupan el 18 por ciento de los cargos. ¿Curioso? ¿Sorprendente? Me temo que no. A ninguna nos asombra este tipo de resultados. Lo que sí encuentro más sorprendente son las conclusiones que se desprenden del último informe de “Los Mejores lugares para trabajar” en España 2007. Éstos reflejan que el 87 por ciento de los trabajadores entrevistados consideran que en su organización existe igualdad de oportunidades y que hombres y mujeres son tratados de igual modo. Las cifras son engañosas desde luego. Pero, sin querer caer en la demagogia: ¿cómo es posible que un porcentaje tan alto (87%) considere que existe igualdad en su empresa entre ambos sexos y, sin embargo, siga siendo evidente que en determinados puestos la mujer acceda con más dificultad y además gane menos que un hombre en la misma situación?
Otra curiosidad: La presencia femenina es mayor en el departamento de Recursos Humanos (30 por ciento de los casos).
Otra curiosidad: La presencia femenina es mayor en el departamento de Recursos Humanos (30 por ciento de los casos).
3 comentarios:
Si se sigue viendo todo desde la perspectiva del género, no se llegará a ninguna parte. Somos individuos con, en mayor o menor grado, inteligencia.
Las medidas que se adoptan para "mejorar la situación" sólo la perpetúan. Ej: discriminación positiva. Este fenómeno no es menos malo sólo porque, supuestamente, arregla una situación de anterior desventaja.
Discriminación es discriminación. Basta de eufemismos.
Una de las múltiples respuestas a tu última pregunta, es que: es posible porque cada uno ve lo que quiere ver, lo que le conviene ver; y aunque esto no corresponda con la realidad, siempre hay mecanismos para justificar la desigualdad. No hay más que leer el comentario anterior.
Con respecto a dicho comentario, y para responderle, tengo que decir que valoro la sabiduría de ciertos dichos milenarios como: no hay mas cieg@ que el que no quiere ver; u este otro; el/la que no entiende una mirada, mucho menos entenderá un larga explicación; por lo tanto no me desgastaré en desbaratar su argumentación.
Por mi parte, felicidades Victoria por tu comentario, pues con unas cuantas líneas hablas de las incongruencias de este sistema y de la falacia de que la igualdad ya se ha alcanzado y de que la lucha feminista ya no tiene sentido. Pienso que no se puede bajar la guardia. José Luis
Estimado José Luis:
Es fácil recurrir a tópicos y frases comunes. Acá no hay ningún ciego. ¿No es discriminación preferir a alguien por sobre otro considerando elementos que no tienen que ver con sus capacidades?
Esa lógica es peligrosa. Repito: mantiene el mismo esquema que, supongo, rechazas.
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